La inteligencia artificial llegó para facilitar nuestra vida, pero también para reemplazarnos. Aun siendo tan perfecta y maravillosa, hay algo que jamás podrá ser: Un corazón con olor fragante para Dios

Hay aplicaciones para todo! Todo lo que imaginemos, incluso lo que no sabemos cómo desarrollar, estas aplicaciones de inteligencia artificial lo resuelven todo por nosotros. Qué maravilla cierto?

La verdad algunas veces he usado ciertas webs y apps recomendadas para generar respuestas a preguntas del trabajo. Incluso hubo un día que le pedí versículos y temas para publicar en Instagram. Pero me di cuenta de algo mientras oraba sobre esos temas, y es que no salían de mi corazón. Entonces los deseché y seguí mi proceso creativo como siempre: orando y escuchando al Espíritu Santo sobre lo que quiere que publique y escriba.

Uno de los dones que el Señor ha puesto en mi vida, es la creatividad. En realidad todos somos creativos, en diferentes formas, pero creativos, porque fuimos pensados, creados y moldeados por un Dios creador. Y si somos Su imagen y semejanza…Ta Daaaa!!! Nosotros también somos creativos.

Entonces ahí fue, cuando oraba por esa lista enorme de temas que la IA me había regalado, vino eso a mi mente…PUM!
No hay nada que por más programado que esté el sitio de IA, jamás, así es JAMÁS podrá reemplazar una mente creativa y un corazón lleno de Dios.

Por qué?
Porque aunque tengan ojos, no ven, la visión es un tema complejo para quienes quieran ahondar en esto, es una conexión cerebro, ojo, entorno, emoción, corazón, no solo conocimiento o reconocimiento.
Porque aunque tengan boca, no pueden hablar con expresión profunda. Las palabras que decimos, vienen cargadas de intenciones, no solo son frases inteligentes lanzadas al aire para responder preguntas específicas como si fueran conversaciones reales.
Porque aunque oigan, no saben escuchar como una persona lo hace. Nosotros nos conmovemos, sentimos, nos unimos al sentimiento del que habla y guardamos silencio no como una máquina esperando la siguiente orden, sino reflexionando con el alma mientras la otra persona nos entrega un pedacito de su vida cuando nos cuenta algo.

Ojo, no estoy en contra. Es todo lo opuesto. Le doy gracias a quienes trabajan en mejorar estas tecnologías cada día. En verdad pueden ser una bendición en la mayoría de los casos. Es solo que debemos tener en nuestra mente que son solo eso, herramientas para avanzar, herramientas.
Mi punto es, la IA no tiene la capacidad humana para amar, conmoverse y orar con el corazón logrando conmover el corazón de Dios, nunca será como dice la Palabra, ese olor fragante que llega al trono del Señor, ese olor que le agrada y le hace sonreír.
Entonces, es eso. Partir de lo que son, tecnologías, y tenerlo siempre claro.

Si bien es cierto, que pueden responder a nuestras preguntas, incluso nos dan «asesoría» espiritual, nos ayudan a difundir en Evangelio, y hasta interactúan con nosotros, las respuestas siempre serán AUTOMATIZADAS, es decir, aún no logran imaginarse como nos sentimos con sus respuestas, no están al tanto del valor de cada persona, de los valores humanos, y aunque alcance su mayor desarrollo, la creación divina siempre será el plan de Dios, el diseño humano en la mente de Dios nunca podrá ser superado, nadie más pudo pensarnos así como somos, vasijas de barro moldeadas con amor desde el inicio de los tiempos. Somos únicos.